La Selección de Argentina juega ante Brasil en Belém por la revancha del Superclásico de las Américas. En la ida, en Córdoba, igualaron 0-0. Viatri o Gigliotti, la duda del DT argentino. Va a las 21.50 por Telefé y Canal 7.
28/09/11
Brasil: Jefferson; Danilo, Rever, Dedé, Kleber; Romulo, Ralf; Neymar, Lucas, Ronaldinho; Borges. Director técnico: Mano Menezes.
Argentina: Agustín Orion; Iván Pillud, Sebastián Domínguez, Christian Cellay, Leandro Desábato o Mario Bolatti, Emiliano Papa; Augusto Fernández, Héctor Canteros, Pablo Guiñazú; Walter Montillo; Lucas Viatri o Emanuel Gigliotti. Director técnico: Alejandro Sabella.
Cancha: Mangueirao (Belem).
Arbitro: Jorge Larrionda (Uruguay)
28/09/11
Brasil: Jefferson; Danilo, Rever, Dedé, Kleber; Romulo, Ralf; Neymar, Lucas, Ronaldinho; Borges. Director técnico: Mano Menezes.
Argentina: Agustín Orion; Iván Pillud, Sebastián Domínguez, Christian Cellay, Leandro Desábato o Mario Bolatti, Emiliano Papa; Augusto Fernández, Héctor Canteros, Pablo Guiñazú; Walter Montillo; Lucas Viatri o Emanuel Gigliotti. Director técnico: Alejandro Sabella.
Cancha: Mangueirao (Belem).
Arbitro: Jorge Larrionda (Uruguay)
Etiquetas
El Superclásico de las Américas de esta noche es de esos partidos en los que los entrenadores convocan a jugadores del medio local para completar después los planteles para los encuentros por los puntos en serio . Sucede con Sabella y también con Mano Menezes, el entrenador de Brasil. De alguna manera es el leitmotiv de estos encuentros entre Argentina y Brasil. Aunque en esta versión moderna de la vieja Copa Roca, habrá un ganador y un capitán que levantará el nuevo trofeo en su primera edición. Así, cada año, los entrenadores podrán citar jugadores del medio local y también de otros países de Sudamerica para una nueva versión del Superclásico. El encuentro comenzará a las 21.50 en el estadio Mangueirao.
El clásico cumplió con las expectativas de los organizadores y se estima que habrá al menos 45.000 espectadores. Tras la frustación de no ser sede para el Mundial 2014, ahora el objetivo de las autoridades de la Federación Paranaense es lograr que Belém sea sede de la Copa América de 2015.
Sabella buscará su primera copa con la intención de copar el medio. Del equipo que igualó 0 a 0 con Brasil hace 15 días, habrá pocas variantes. En el medio, el ingreso de Guiñazú por Zapata y un poco más arriba Montillo por el Burrito Martínez; y, adelante, la duda está entre Viatri o Gigliotti (por Boselli). Menezes planea dos variantes: Lucas por Paulinho y Borges (actual goleador del Brasileirao ) por el lesionado Leandro Damiao.
La ciudad está gris, húmeda y calurosa. Hacia doce días que no llovía. Ni siquiera esa caída rápida, abundante y corta, tradicional de todas las tardes. Pero Belém, en el norte de Brasil, en el estado de Pará, puerta de entrada al Amazonas a través del rio Guamá, recuperó la frescura justo ayer por la tarde. ¿Será por la revancha del Superclásico de Las Américas, que se jugará mañana desde las 21.50 en el estadio Mangueirao? ¿Será por la revolución que genera en las ciudades del interior de un país, aquí o allá, la llegada del seleccionado nacional? Hubo fiesta con bailes tradicionales y gente entusiasmada en el aeropuerto en cada uno de los horarios que fueron arribando los cracks desde diferentes puntos del país, especialmente a primera hora de la tarde cuando aparecieron Ronaldinho y Neymar. Hubo gritos de adolescentes emocionadas en la entrada del hotel donde se hospeda el plantel de Mario Menezes. Y más de 25.000 personas en el entrenamiento vespertino. La única condición era llevar un alimento no perecedero. Así está Belém esperando a la Selección Argentina. Entusiasmada por el clásico, creyendo fervorasamente, casi como una religión, en el fútbol a pesar de la puñalada que significó quedar afuera como ciudad sede del Mundial que se jugará en el 2014.
La ciudad es un escenario atípico para los argentinos. Solamente Boca estuvo alguna vez por estas tierras. En 2003, el equipo de Bianchi edificó desde Belém el camino final hacia la conquista de una nueva Libertadores. Tras caer 1-0 en La Bombonera con Paysandú, ganó 4-2 aquí y no resignó más puntos hasta la vuelta olímpica. Argentina llegará esta tarde, se alojará en un hotel a tres cuadras de donde está Brasil y por la tarde realizará un entrenamiento, obligatorio por el acuerdo entre ambas asociaciones, en el Mangueirao.
El clásico cumplió con las expectativas de los organizadores y se estima que habrá al menos 45.000 espectadores. Tras la frustación de no ser sede para el Mundial 2014, ahora el objetivo de las autoridades de la Federación Paranaense es lograr que Belém sea sede de la Copa América de 2015.
Sabella buscará su primera copa con la intención de copar el medio. Del equipo que igualó 0 a 0 con Brasil hace 15 días, habrá pocas variantes. En el medio, el ingreso de Guiñazú por Zapata y un poco más arriba Montillo por el Burrito Martínez; y, adelante, la duda está entre Viatri o Gigliotti (por Boselli). Menezes planea dos variantes: Lucas por Paulinho y Borges (actual goleador del Brasileirao ) por el lesionado Leandro Damiao.
Belém homenajea a sus ídolos
La ciudad está gris, húmeda y calurosa. Hacia doce días que no llovía. Ni siquiera esa caída rápida, abundante y corta, tradicional de todas las tardes. Pero Belém, en el norte de Brasil, en el estado de Pará, puerta de entrada al Amazonas a través del rio Guamá, recuperó la frescura justo ayer por la tarde. ¿Será por la revancha del Superclásico de Las Américas, que se jugará mañana desde las 21.50 en el estadio Mangueirao? ¿Será por la revolución que genera en las ciudades del interior de un país, aquí o allá, la llegada del seleccionado nacional? Hubo fiesta con bailes tradicionales y gente entusiasmada en el aeropuerto en cada uno de los horarios que fueron arribando los cracks desde diferentes puntos del país, especialmente a primera hora de la tarde cuando aparecieron Ronaldinho y Neymar. Hubo gritos de adolescentes emocionadas en la entrada del hotel donde se hospeda el plantel de Mario Menezes. Y más de 25.000 personas en el entrenamiento vespertino. La única condición era llevar un alimento no perecedero. Así está Belém esperando a la Selección Argentina. Entusiasmada por el clásico, creyendo fervorasamente, casi como una religión, en el fútbol a pesar de la puñalada que significó quedar afuera como ciudad sede del Mundial que se jugará en el 2014.
La ciudad es un escenario atípico para los argentinos. Solamente Boca estuvo alguna vez por estas tierras. En 2003, el equipo de Bianchi edificó desde Belém el camino final hacia la conquista de una nueva Libertadores. Tras caer 1-0 en La Bombonera con Paysandú, ganó 4-2 aquí y no resignó más puntos hasta la vuelta olímpica. Argentina llegará esta tarde, se alojará en un hotel a tres cuadras de donde está Brasil y por la tarde realizará un entrenamiento, obligatorio por el acuerdo entre ambas asociaciones, en el Mangueirao.
Una buena oportunidad para cambiar la historia
28/09/11
Sabella formó parte del cuerpo técnico en 1998, cuando el Piojo López le dio el triunfo a la Argentina.
Ocurrió en la salida del hotel, rumbo al estadio.
En el último triunfo argentino en Brasil eras parte del cuerpo técnico de Passarella...
Sí, había 100.000 personas en el Maracaná, como para olvidarlo. Pero en el último ganamos 2-1.
¿Cómo? Al Cruzeiro, con Estudiantes (se ríe por la gambeta que tiró).
Pero con la Selección fue el único triunfo en los últimos 40 años...
Sí, ¡qué buen antecedente, no! El diálogo con Sabella, en el camino hacia el micro que trasladaría al plantel hacia el Mangueirao para la única práctica previa al encuentro, fue breve, rápido, intenso y muy cordial. Dos triunfos, con Argentina en 1998 y con Estudiantes en 2009, que no podrá olvidar Sabella.
El desafìo para esta Selección local será doble, entonces, esta noche: quedarse con una nueva Copa y ganar en un país que siempre le fue adverso. El partido de esta noche será el primero que se juegue en Belém. Argentina ya se presentó mayoritaramente en Rìo de Janeiro y San Pablo, y en algunas ocasiones en Porto Alegre, Belo Horizonte, Bahía, Curitiba y Recife. Pero con un denominador común: ganar resultó una misión difícil.
El único triunfo en los últimos 40 años fue el 29 de abril de 1998, cuando con un gol de Claudio López, el equipo de Passarella venció 1-0 en el Maracaná.
Esta noche, habrá además dos jugadores que ya se acostumbraron a jugar en Brasil. “Ojalá podamos cambiar la historia, ahora con jugadores del ámbito local y otros que jugamos acá en Brasil”, responde Walter Montillo, el exquisito volante del Cruzeiro. “No conocía el dato, ojalá se nos dé, pero lo más importante es poder jugar bien”, reconoce Pablo Guiñazú, ídolo del Inter de Porto Alegre.
Desde 1919, Argentina jugó 33 veces en Brasil y apenas ganó ocho encuentros contra 18 de Brasil y 7 empates. Las primeras siete victorias fueron logradas hasta 1970, la última el 4 de marzo de ese año, en Porto Alegre, por 2-0 (Oscar Más y Marcos Conigliaro fueron los goleadores). Brasil comenzó a ser una sombra negra para Argentina desde entonces. Y mucho más jugando como local. En las últimas 14 visitas, hubo un triunfo argentino, nueve de Brasil y cuatro empates.
En el último triunfo argentino en Brasil eras parte del cuerpo técnico de Passarella...
Sí, había 100.000 personas en el Maracaná, como para olvidarlo. Pero en el último ganamos 2-1.
¿Cómo? Al Cruzeiro, con Estudiantes (se ríe por la gambeta que tiró).
Pero con la Selección fue el único triunfo en los últimos 40 años...
Sí, ¡qué buen antecedente, no! El diálogo con Sabella, en el camino hacia el micro que trasladaría al plantel hacia el Mangueirao para la única práctica previa al encuentro, fue breve, rápido, intenso y muy cordial. Dos triunfos, con Argentina en 1998 y con Estudiantes en 2009, que no podrá olvidar Sabella.
El desafìo para esta Selección local será doble, entonces, esta noche: quedarse con una nueva Copa y ganar en un país que siempre le fue adverso. El partido de esta noche será el primero que se juegue en Belém. Argentina ya se presentó mayoritaramente en Rìo de Janeiro y San Pablo, y en algunas ocasiones en Porto Alegre, Belo Horizonte, Bahía, Curitiba y Recife. Pero con un denominador común: ganar resultó una misión difícil.
El único triunfo en los últimos 40 años fue el 29 de abril de 1998, cuando con un gol de Claudio López, el equipo de Passarella venció 1-0 en el Maracaná.
Esta noche, habrá además dos jugadores que ya se acostumbraron a jugar en Brasil. “Ojalá podamos cambiar la historia, ahora con jugadores del ámbito local y otros que jugamos acá en Brasil”, responde Walter Montillo, el exquisito volante del Cruzeiro. “No conocía el dato, ojalá se nos dé, pero lo más importante es poder jugar bien”, reconoce Pablo Guiñazú, ídolo del Inter de Porto Alegre.
Desde 1919, Argentina jugó 33 veces en Brasil y apenas ganó ocho encuentros contra 18 de Brasil y 7 empates. Las primeras siete victorias fueron logradas hasta 1970, la última el 4 de marzo de ese año, en Porto Alegre, por 2-0 (Oscar Más y Marcos Conigliaro fueron los goleadores). Brasil comenzó a ser una sombra negra para Argentina desde entonces. Y mucho más jugando como local. En las últimas 14 visitas, hubo un triunfo argentino, nueve de Brasil y cuatro empates.
No comments:
Post a Comment